viernes, 18 de junio de 2010

Siempre un paso atrás

Aunque seamos mayoría existen personas que detestan la idea de una nación libre y digna, por ello apelan a las mas crueles formas de violentar la paz de nuestro querido país, en la tarde de ayer nuevamente nos enteramos de que dos paraguayos que cumplían con su deber profesional y patriótico de defender nuestra soberanía y libertad, cayeron bajo las balas de un grupo de criminales que buscan instalar el miedo y la anarquía como sus nefastas reivindicaciones.

El mal denominado Ejército del Pueblo Paraguayo aprovecha las enormes falencias de un estado ausente, y en casi diez años han ejecutado secuestros y asesinatos de paraguayos de diversos estratos sociales, los oficiales caídos en cumplimiento del deber Lilio Giménez Dávalos y Carlos César Cardozo desechan la idea de que los objetivos del EPP se centran única y exclusivamente a los sectores mas favorecidos de la sociedad

Tanto el anterior como el actual gobierno poco y nada han hecho para devolvernos la tranquilidad de transitar libremente por nuestro territorio, si bien es cierto que varios miembros de este grupo guerrillero están tras las rejas, aún quedan integrantes de alta peligrosidad que impunemente arrebatan la vida y la libertad de los ciudadanos.

El día de hoy ¿Que hace el estado para defender nuestros derechos consagrados como son la vida y la libertad?, las respuestas las encontramos día a día en los diversos medios de prensa, la incompetencia y la desidia de los organismos de seguridad para un combate serio a la guerrilla, incluso instalan en el ciudadano el sentimiento de que existiría cierta complicidad entre el gobierno y dicho grupo armado.

Quedó demostrado que el estado de excepción decretado en el norte fue nada más que una cortina de humo, reavivando el eterno conflicto de egos entre policías y militares, así como los operativos ejecutados por estas irreconcilliables fuerzas del orden, se caracterizaron por los constantes atrazos y las eternas promesas de tinte proselitista que el fin del EPP era cuestión de días e incluso horas.

Los días y las horas inevitablemente se convirtieron en semanas y meses, y el fin del fracasado estado de excepción sirvió para aumentar aún más la desconfianza de los paraguayos de bien hacia la tarea del Ministerio del Interior. Dicha institución que no tuvo reparos en difundir públicamente el gasto de más de 2,600 millones de guaraníes para la compra de fusiles, así como la adquisición con dinero público de un helicóptero que costó aproximadamente 3.100 millones de guaraníes.

Es decir que el Ministerio del Interior dispuso libremente de casi 6.000 millones de guaraníes para el combate al terrorismo de la guerrilla, lógicamente el presupuesto destinado a esta misión es absolutamente desproporcional a los resultados obtenidos hasta el momento, el helicóptero en cuestión hoy día esta guardado en un hangar de la capital, cuando el ignorado sentido común indica que debería estar al servicio de las fuerzas policiales.

Hoy a consecuencia de la guerrilla y el pésimo manejo del aparato estatal, lloramos la pérdida de dos jóvenes vidas, llenas de esperanzas y sueños por concretar. Si realmente el estado desea el bien del Paraguay y de alguna manera honrar la memoria de todos los fallecidos por la inseguridad, deberá extremar medidas tanto en el ámbito de seguridad y las leyes, para erradicar todas las formas de crimen que castigan a nuestro país, y de esta manera vivir en paz y armonía como realmente nos merecemos

jueves, 17 de junio de 2010

La selección que une a todos sin distinción

El balón ya rueda en la maravillosa Sudáfrica, la nación del gran Nelson Mandela recibe con brazos abiertos al círculo privilegiado del fútbol mundial, 32 selecciones de los cinco continentes buscan el máximo cetro a nivel mundial, entre ellas la selección paraguaya.

Nuestra ilusión se encendió con el gol de Alcaraz, sin embargo el que a hierro mata a hierro muere, una pelota parada permitió el empate italiano dejándonos un sabor agridulce pero con un futuro prometedor de cara a los siguientes partidos.


Como pocas veces se ha visto el espíritu albirrojo invadió las calles, los autos y las casas paraguayas, con banderas, remeras, gorros de diversos tamaños, todo valía para demostrar cuan importantes son los 23 hombres que nos representan en el continente africano.

La importancia de la selección paraguaya no solo esta relacionada a lo estrictamente futbolístico, en los últimos años se ha convertido en un símbolo de unión entre paraguayos niños, jovenes, ancianos, hombres y mujeres quienes gozaron en varias ocasiones, así como en otras nos ha tocado sufrir gajes de la sana competencia

Por el bien del Paraguay debemos hacer lo posible por trasladar esa pasión a otros ámbitos del desarrollo de nuestra sociedad, ya que todos los paraguayos queremos y perseguimos el bien común.

Este partido que jugamos dura mucho más que noventa minutos, dura 24 horas al día, tiempo en que podemos y debemos darle un mejor provecho, primero auto evaluarnos sobre nuestros compromisos como ciudadanos paraguayos, para luego actuar en beneficio de la construcción de una verdadera democracia Por el Bien del Paraguay

jueves, 10 de junio de 2010

Una vida consagrada a la defensa de la libertad



Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay otros que luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay quienes luchan toda la vida, esos son imprescindibles
.

El célebre dramaturgo alemán Bertolt Brecht supo ilustrar con una hermosa frase la importancia de los hombres que luchan incansablemente por un ideal.

El pasado martes aproximadamente a las 21 horas un hombre imprescindible como el Monseñor Ismael Rolón partió hacia la eternidad, fruto de las complicaciones propias del paso del tiempo que apagó su existencia física, sin embargo el legado que nos deja este ilustre hombre prevalecerá en la memoria de los ciudadanos, como un símbolo de resistencia pacífica ante las injusticias.

Ismael Rolón dedicó su vida al servicio de la Iglesia Católica, sin embargo sus obligaciones con dicha institución no lo apartaron del pueblo, que por ese entonces sufría los embates del periodo mas oscuro de nuestra historia, siendo la voz visible de aquellos que no podían expresar su repudio, ante los abusos propios de un gobierno represor de la libertad y la dignidad del ser humano.

Ese espíritu comprometido con los paraguayos siguió inalterable en tiempos democráticos, manteniendo hasta el final de sus días una conducta intachable y una fortaleza moral que doblegó a una de las tiranías mas crueles de Latinoamérica. Que el paso por este mundo del Monseñor Ismael Rolón nos inspire a la recuperación de los valores morales de nuestra sociedad, y no decaer en el anhelo de construir un país mejor para todos por igual

martes, 8 de junio de 2010

La libertad y el fútbol

Finalmente llegó el mes de junio de 2010, un mes distinto a los demás, donde los ojos y los corazones de miles de seres humanos estarán atentos a sus respectivas selecciones que buscan la magna distinción de convertirse en campeón del mundo.

Basta con observar las calles de nuestra ciudad para darnos cuenta de la enorme espectativa que genera el mundial de fútbol, banderas paraguayas, remeras albirrojas, y de otras selecciones adornan el paisaje asunceno a la espera del comienzo de dicha justa deportiva.



En un gesto de humanidad y sensibilidad para aquellos que por diversas circunstancias fueron privados de su libertad, el Ministerio de Justicia y Trabajo trasladó ese espíritu a un lugar donde muchos no lo quieren ni mencionar. En la correccional de Tacumbú se realizó una exitosa jornada futbolística, donde figuras consagradas de nuestro fútbol midieron fuerzas con el equipo de la penitenciaría, dejando un apabullante resultado a favor de los locales por 6 a 2.

Emprendimientos de esta naturaleza hablan a las claras que el espíritu deportivo y los valores de la sana competencia sirven para unirnos en fraternidad, si bien es cierto que los internos tienen una deuda con la sociedad son paraguayos como nosotros que necesitan una mano solidaria. Que les ayude a comprender que existen leyes que respetar, y partir de esa certeza construir una vida mejor una vez que recuperen su tan ansiada Libertad por el bien del Paraguay

viernes, 4 de junio de 2010

Porque todos queremos el bien del Paraguay

Pequeñas acciones pueden construir una gran nación, llegó el momento de comprometernos y ser partícipes del desarrollo integral de nuestra sociedad. Exigiendo a las autoridades el cumplimiento de todas aquellas promesas de CAMBIO, la expresión utilizada hasta el hartazgo durante la campaña electoral.

Es el mismo hartazgo que hoy sufre la ciudadanía que depositó sus sueños y esperanzas en un proyecto, que en teoría pretendía desterrar el nefasto modelo que situó al Paraguay entre las países menos desarrollados del continente americano. Sin embargo la práctica nos muestra que los vicios del poder siguen anteponiendose a los ideales de progreso social, económico, educativo, y cultural del Paraguay.

Son innumerables los ejemplos de como nuestra dignidad y libertad es menoscabada por la sensación de constante inseguridad, una clase política totalmente indiferente a los problemas de los paraguayos, una justicia que favorece a los criminales y adinerados, y una administración pública sometida al manejo prebendario de sus recursos.

Por el bien del Paraguay es necesaria la recuperación de nuestra libertad y dignidad de ser paraguayos, despertar del letargo, volcar esa efervescencia que brota de nuestro ser cuando juega la albirroja, a actuar en pos del progreso tanto personal como colectivo de nuestro país, sin importar el tamaño de la acción, siempre y cuando esta sea constructiva y proponga un real beneficio para el mejoramiento de nuestra sociedad y de nosotros mismos.

Por el Bien del Paraguay se complace en ser un nuevo grano de arena digital, que impulse iniciativas positivas para cumplir con los objetivos propuestos sin distinción de razas, ni ideologías políticas ni religiosas, incentivando el dialogo y la convergencia como método para alcanzar un futuro mejor para nuestros hijos